Se han fijado alguna vez??
Se han parado a pensarlo aunque sólo sea un mísero segundo??
Se han puesto a reflexionar sobre ello??
TODOS SOMOS IGUALES
Seguro que "todos" lo hemos visto en cartelerías, en folletos, en anuncios, etc alguna vez. Pero sabemos realmente lo que significa?? y lo que conlleva??
Pues sí señores y señoras, todos, absolutamente todos somos iguales (estaban en lo cierto).
Pero iguales, no de las ventajas o desventajas que cada uno tiene en su vida diaria, sino en lo que realmente importa. En lo trascendental, en lo significativo, en lo valioso, en lo interesante, en lo vital.
Nos dejamos la vida en disimular que somos diferentes, especiales, únicos, mágicos, maravillosos, exclusivos, fantásticos, comprensivos, eficaces, valiosos, ...
Y no nos damos cuenta que eso jamás lo conseguiremos, porque todos somos iguales.
Pensamos y luchamos día a día por parecer diferentes a otros para ganarlos y salir victoriosos en la batalla, pero siempre llega un momento en la vida que esta te para en seco y te das cuenta que eres igual que todos, que todos somos iguales.
Pensadlo, reflexionad.
Si cuando somos niños mantenemos todos una serie de conductas y vivencias iguales, cuando somos adolescentes también, en nuestra idioted (disculpad, adulted) más de lo mismo, y en nuestra vejez igual.
Todos, digo TODOS SOMOS IGUALES. Todos tenemos hambre, frío, miedos, inseguridades, necesidades, ansias, complejos, adicciones, constumbres, novedades, desilusiones, ataques de honradez, fracasos, vengüenza, coartadas, alegrías, sonrisas, puestas de sol, etc.
Con lo que os digo a todos (como si del mayor descubrimiento del milenio se tratara), inclusive a la que escribe,
Se han parado a pensarlo aunque sólo sea un mísero segundo??
Se han puesto a reflexionar sobre ello??
TODOS SOMOS IGUALES
Seguro que "todos" lo hemos visto en cartelerías, en folletos, en anuncios, etc alguna vez. Pero sabemos realmente lo que significa?? y lo que conlleva??
Pues sí señores y señoras, todos, absolutamente todos somos iguales (estaban en lo cierto).
Pero iguales, no de las ventajas o desventajas que cada uno tiene en su vida diaria, sino en lo que realmente importa. En lo trascendental, en lo significativo, en lo valioso, en lo interesante, en lo vital.
Nos dejamos la vida en disimular que somos diferentes, especiales, únicos, mágicos, maravillosos, exclusivos, fantásticos, comprensivos, eficaces, valiosos, ...
Y no nos damos cuenta que eso jamás lo conseguiremos, porque todos somos iguales.
Pensamos y luchamos día a día por parecer diferentes a otros para ganarlos y salir victoriosos en la batalla, pero siempre llega un momento en la vida que esta te para en seco y te das cuenta que eres igual que todos, que todos somos iguales.
Pensadlo, reflexionad.
Si cuando somos niños mantenemos todos una serie de conductas y vivencias iguales, cuando somos adolescentes también, en nuestra idioted (disculpad, adulted) más de lo mismo, y en nuestra vejez igual.
Todos, digo TODOS SOMOS IGUALES. Todos tenemos hambre, frío, miedos, inseguridades, necesidades, ansias, complejos, adicciones, constumbres, novedades, desilusiones, ataques de honradez, fracasos, vengüenza, coartadas, alegrías, sonrisas, puestas de sol, etc.
Con lo que os digo a todos (como si del mayor descubrimiento del milenio se tratara), inclusive a la que escribe,
NO TE DETENGAS A LUCHAR CON LOS QUE CREES TUS ENEMIGOS, SINO DISFRUTA, APRENDE Y HAZ EL AMOR CON ELLOS QUE SIEMPRE APRENDERÁS COSAS DIFERENTES DE TI MISMO/A.
CLARO QUE TODOS SOMOS IGUALES, AUNQUE HAY MOMENTOS, BUENOS MÁS QUE MOMENTOS, PERSONAS, QUE NOS HACEN SER DIFERENTES, ESPECIALES, ÚNICOS POR UNOS INSTANTES, Y ES DE ESO DE LO QUE SE ALIMENTA NUESTRA ALMA PARA SEGUIR VIVIENDO. "ASÍ ME LO APRENDÍ YO"
ResponderEliminarde masa homógenea e idénticos ingredientes, mezclados y horneados con el calor amaderado de un fogón enorme que se mueve por amor, cocinaditos con la exhalación febril del alma de quien nos hace, así, horneados sin prisas bajo la piel, resultamos unos más tostaditos, unos más cruditos, otros en su justo punto, para así lucir bien buenos y sabrosos en la mesa que nos acoge, para así, estar a merced de la mano apresurada que se nos coge para alimentar la esencia que mueve al mundo, el exquisito paladar que diferencia sabores, texturas y aromas tan intesamente que lo hacen conocedor de que en la diferencia está el placer de la igualdad
ResponderEliminaren la lucha por ser y sentirnos diferentes está el secreto, cada uno hace su propia guerra para ganar, el respeto de unos y el desprecio de otros. Pero el unico trofeo es el que nos recuerden, no ser indiferente, aunque al fin y al cabo todos seamos iguales.
ResponderEliminarSilvia